Una larga vida, incluso cuando hemos conservado bastante bien nuestra salud general, puede servirnos de poco si la mente no acompaña al cuerpo. La salud mental es un aspecto vital de nuestra vida y no debemos esperar la vejez para comenzar a atenderla. Afortunadamente, existen hábitos y ejercicios que podemos incorporar en nuestra rutina diaria para evitar el deterioro cognitivo y la pérdida de facultades mentales. Te contamos algunos de los más importantes:
Ejercicio físico regular: no solo es bueno para nuestro cuerpo, sino también para nuestra mente. Está demostrado que el ejercicio puede mejorar la memoria, la atención y la capacidad de aprendizaje.
Una dieta saludable: proporciona, por supuesto, los nutrientes necesarios para el funcionamiento de tu mente y tu cuerpo. Consumir alimentos ricos en antioxidantes puede proteger el cerebro de los radicales libres que pueden dañar las células cerebrales.
Descansar: dormir lo suficiente es esencial para la salud mental. La falta de sueño puede afectar la capacidad de concentración, la memoria y la toma de decisiones. Intenta dormir al menos 7-8 horas cada noche y mantén una rutina de sueño regular.
Siempre aprender: estudiar y practicar cosas nuevas puede ayudar a mantener el cerebro activo y en forma. Participar en actividades que impliquen aprendizaje, como aprender a tocar un instrumento o tomar una clase de idiomas, es muy beneficioso.
Socializar: Las relaciones humanas pueden tener un impacto positivo en la salud mental. Mantener contacto y participar en actividades sociales puede ayudar a prevenir la pérdida de facultades mentales y mejorar el bienestar emocional.
Resolver problemas mentales: crucigramas, rompecabezas o juegos de mesa pueden ayudar a mantener la memoria y la capacidad de concentración.
Meditar: el estrés excesivo y la ansiedad nunca son buenos, y pueden tener un impacto en la salud mental.