Masticar y procesar adecuadamente los alimentos, favorecer el proceso de la digestión y apreciar mejor el sabor de las comidas. Éstas son algunos de los beneficios de tener dientes, encías y bocas saludables.
Una de las cosas más importantes que podemos hacer por estas partes tan importantes de nuestro cuerpo, es mantener una buena higiene bucal. Los dientes sanos no sólo nos dan un buen aspecto, sino que nos permiten hablar y comer apropiadamente. La buena salud bucal es importante para nuestro bienestar general.
Los cuidados preventivos diarios, como el cepillado, uso de hilo dental y enjugue bucal, evitan problemas posteriores, y son menos dolorosos (y costosos) que los tratamientos por una infección que no hemos tratado a tiempo.
A pesar de ello, se estima que el 90% de la población mundial puede padecer alguna enfermedad bucodental como caries, periodontitis (inflamación de las encías), halitosis (mal aliento) y llagas o herpes labial.
Por eso clave la formación de buenos hábitos en el cuidado de boca. Esto es algo que debería comenzar en la infancia y, sin embargo, incluso en los países desarrollados, entre el 60% y el 90% de los niños en edad escolar tienen caries.
Buenos hábitos, buena salud
Los expertos señalan que con ciertas pautas de higiene y chequeos regulares se podrían prevenir la mayoría de problemas de la salud oral. Aquí les compartimos algunas sencillas acciones que ayudan a garantizar una buena salud bucal.
• Cepillarse los dientes por lo menos dos veces al día con una pasta dental que contenga flúor.
• Usar hilo dental todos los días.
• Usar a diario un enjuague bucal con flúor.
• Tener revisiones dentales regulares, tanto los niños como los adultos.
• Bajar el consumo de azúcar y chucherías.
• Evitar el cigarro y el alcohol.
Si las encías duelen o sangran durante el cepillado o la limpieza con hilo dental, o se experimenta mal aliento persistente, es hora de plantearse una visita al dentista.
Fuente: OPS www3.paho.org