MEDICAREMEDICAREMEDICARE

La miopía en la infancia

La miopía es una condición ocular común que afecta a un gran número de niños en todo el mundo. La experimenta aproximadamente el 5% de los pequeños en edad preescolar, al 9% en edad escolar y el 30% de los adolescentes. Con frecuencia la vemos aparecer entre los 6 y los 14 años.

Se caracteriza por una visión borrosa de objetos distantes, mientras que los objetos cercanos se ven con claridad.  Los niños tienen más probabilidades de desarrollar miopía si sus padres son miopes. Sin embargo, la miopía está aumentando en general, especialmente en los niños. Nadie está seguro de por qué, pero los expertos creen que podría estar relacionado con más tiempo para hacer tareas de detalle en espacios interiores, y el uso de computadoras y videojuegos.

Algunos signos comunes de miopía en los niños incluyen:

Dificultad para ver objetos distantes, como pizarras en la escuela o señales de tráfico.

Entrecerrar los ojos o fruncir el ceño al intentar enfocar objetos lejanos.

Sentarse demasiado cerca de la televisión o acercarse demasiado a los libros al leer.

Quejarse de dolores de cabeza frecuentes, especialmente después de tareas que requieren una visión cercana.

Disminución del rendimiento escolar o dificultad para concentrarse en las actividades visuales.

Si se observa alguno de estos síntomas, es importante programar una cita con un oftalmólogo para realizar una evaluación visual completa. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son fundamentales para evitar posibles complicaciones y ayudar a los niños a tener una visión clara y cómoda.

La miopía no se puede revertir ni curar, pero se puede tratar.

Los anteojos para la miopía se pueden usar todo el tiempo o solo cuando se necesitan para que su hijo pueda ver de lejos. Es importante elegir monturas que le queden bien y que funcionen para la edad y las actividades de su hijo. Por ejemplo, si tiene un niño pequeño, puede ser útil comprar anteojos con correa. O si su hijo practica deportes, ponerse lentes deportivos evitará que se rompan los anteojos normales.

Los lentes de contacto son una opción si su hijo los tolera y también pueden ser útiles para determinadas actividades, especialmente los deportes. Si bien no hay límite de edad para los lentes de contacto, su hijo debe soportar bien las gotas para los ojos y practicar una buena higiene. Los lentes de contacto deben cuidarse a diario para prevenir infecciones oculares.

Es importante tener siempre anteojos de repuesto, incluso si su hijo usa lentes de contacto la mayor parte del tiempo.

Es fundamental que los padres ayuden a sus hijos a adaptarse y cuidar de sus lentes de la siguiente manera:

Explicar que los lentes les ayudarán a ver con claridad y mejorar su calidad de vida.

Fomentar el cuidado de los lentes: Enseñe a sus hijos cómo limpiarlos y almacenarlos  adecuadamente estableciendo una rutina diaria.

Brindar apoyo emocional: Algunos niños pueden sentirse incómodos o diferentes al usar lentes. Es importante recordarles que es algo común y normal.

En algunos casos, cuando la miopía progresa rápidamente o los lentes no brindan una corrección adecuada, se puede considerar una corrección quirúrgica. Sin embargo, la decisión de someter a un niño a una cirugía ocular debe ser cuidadosamente evaluada por un oftalmólogo pediátrico especializado.
Entrada anterior
Entrada siguiente

Deja un comentario