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Comida y adolescencia: una relación compleja

La adolescencia es una etapa de muchos cambios, y la comida no es la excepción. Durante ese periodo, los requerimientos nutricionales pueden modificarse debido a los cambios fisiológicos y la actividad física.

Los adolescentes necesitan más proteínas, calcio, hierro y otros nutrientes esenciales para apoyar el crecimiento y desarrollo acelerado del cuerpo. Requieren, sobre todo, una dieta equilibrada que incluya todos los grupos alimenticios, con frutas, verduras, proteínas, carbohidratos complejos y grasas saludables.

También es una época en la que los trastornos alimenticios pueden presentarse, especialmente en las chicas. La presión social, los cuestionamientos a la imagen corporal y la baja autoestima pueden llevar a la anorexia y la bulimia, entre otras alteraciones con efectos muy graves en la salud física y mental. Nunca se debe trivializar o menospreciar el sufrimiento que un adolescente puede padecer por estas razones.

La anorexia es un trastorno en el que la persona tiene un miedo intenso a engordar, o incluso puede auto-percibirse obesa sin estarlo en absoluto, y se somete a una dieta muy restrictiva que puede llevar a una importante pérdida de peso y a serias complicaciones. La bulimia, por su parte,  se caracteriza por episodios de atracones de comida seguidos de purgas para evitar ganar peso, también con severas consecuencias.

También puede presentarse el llamado trastorno por atracón, que se caracteriza por episodios recurrentes de ingesta de grandes cantidades de comida en un corto periodo de tiempo, sin control y sin purgas, conduciendo a la obesidad.

Es importante estar atentos a señales como la pérdida de peso extrema o cualquier conducta obsesiva o atípica en relación con la comida. Si sospechas que tu hijo o hija puede estar sufriendo de un trastorno alimentario, es fundamental buscar ayuda profesional sin demora.

Aquí hay algunos consejos para los padres:

  • Fomenta desde la infancia y con el ejemplo una alimentación saludable y equilibrada. Recuerda que los alimentos procesados y los alimentos ricos en grasas y azúcares pueden ser sabrosos, pero no proporcionan los nutrientes que necesitan los adolescentes.
  • Acompaña y anima a tus hijos a hacer ejercicio: la actividad física es importante para mantener un cuerpo sano y fuerte, sin hablar de todos sus beneficios para la salud mental.
  • Habla con tus hijos sobre los trastornos alimentarios y anímalos a buscar ayuda si tienen problemas con su imagen corporal o su alimentación.
  • Evitar hacer comentarios negativos o valoraciones sobre el peso o la apariencia física.

En cualquier caso, nunca subestimes este tipo de problemas y no dudes en buscar el auxilio de los  profesionales de la medicina.

 

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