El uso muy prolongado de dispositivos electrónicos, como el computador y el teléfono inteligente, se ha vuelto casi inevitable en nuestra vida diaria. Y pocas veces nos detenemos a pensar en el efecto que esta situación puede tener sobre la salud de nuestra vista o, como en el caso que nos ocupa, de nuestras manos.
Uno de los problemas más comunes es la tensión muscular en manos y muñecas. Esto puede ocurrir debido a una postura incorrecta mientras se usa el dispositivo o si se pasa mucho tiempo en una misma posición. La tensión muscular puede causar dolor y rigidez. Para prevenir este problema, se recomienda tomar descansos regulares y hacer ejercicios de estiramiento a intervalos frecuentes. También es importante mantener una postura correcta y utilizar un soporte para las muñecas mientras se trabaja en el computador.
Otro problema común es el síndrome del túnel carpiano. Éste se produce cuando el nervio mediano, que va desde el brazo hasta la mano, se comprime debido a la presión constante. Esto puede causar dolor, entumecimiento y hormigueo. Nuevamente, para prevenir este problema son necesarias las medidas ya indicadas en cuanto a descansos y posturas, pero es especialmente útil el contar con un teclado ergonómico y un ratón con soporte.
El uso excesivo del celular, por su parte, suele causar problemas en el dedo pulgar. Es el más utilizado para teclear, y en consecuencia puede aparecer dolor y rigidez en la articulación. Para prevenir este problema, se recomienda utilizar ambas manos para teclear y mantener una postura correcta, además de las consabidas pausas y estiramientos.
Una patología frecuente por el uso de estos dispositivos es la tendinitis tanto en el pulgar como en mano y muñeca. Para evitarla, además de una buena postura general, se recomienda alternar con el uso del dedo índice, utilizar más notas de voz en lugar de teclear y, si comienza a doler, acudir al especialista.
En cualquier caso, lo mejor que podemos hacer es dar un tiempo de uso más razonable a los dispositivos que, como sabemos, han robado quizá demasiado espacio a otras formas de relacionarnos y entretenernos.